hoy asume lo que venga
sea para bien, o todo mal,
y aunque pierda lo que tenga,
se va a morder para aguantar.
hoy, que claro ve las cosas
que ayer no vio, ni va a exigir,
sobre su pena se posa:
quiere entender para seguir.
llega la batalla
y contra el estalla;
algún día va a escampar.
y, como sale de esta,
quiere la respuesta,
sabe que no es escapar.
hoy ¡que raro que lo miran!
se pone en pie y quiere hablar,
y a su boca se le olvida
lo que una vez quiso explicar.
su paciencia va a montar
todo un circo para verlo desfilar,
al dolor que supo ser,
y al que ahora ya no quiere ver, volver.
hoy se siente satisfecho,
aunque aquel rol no exista mas:
para vida con su pecho
y su canción vuelve a sonar.
hoy recibe los aplausos:
supo ser sal y también, miel,
y conecta con sus pasos,
que resbalar no cae bien.
termino su guerra,
los pies en la tierra
y su mano a un corazón:
su pensar tranquilo,
su pena, un olvido
y su alma, una pasión.
hoy asume lo que venga
sea para bien, o todo mal,
y aunque pierda lo que tenga,
se va a morder para aguantar.
su paciencia va a montar
todo un circo para verlo desfilar,
al dolor que supo ser,
y al que ahora ya no quiere ver volver.
se refugia en un farol
y entre dos flores,
que siempre apuntan al sol.
así cruza su pared,
me sonríe
y rompe con su propia red.
sea para bien, o todo mal,
y aunque pierda lo que tenga,
se va a morder para aguantar.
hoy, que claro ve las cosas
que ayer no vio, ni va a exigir,
sobre su pena se posa:
quiere entender para seguir.
llega la batalla
y contra el estalla;
algún día va a escampar.
y, como sale de esta,
quiere la respuesta,
sabe que no es escapar.
hoy ¡que raro que lo miran!
se pone en pie y quiere hablar,
y a su boca se le olvida
lo que una vez quiso explicar.
su paciencia va a montar
todo un circo para verlo desfilar,
al dolor que supo ser,
y al que ahora ya no quiere ver, volver.
hoy se siente satisfecho,
aunque aquel rol no exista mas:
para vida con su pecho
y su canción vuelve a sonar.
hoy recibe los aplausos:
supo ser sal y también, miel,
y conecta con sus pasos,
que resbalar no cae bien.
termino su guerra,
los pies en la tierra
y su mano a un corazón:
su pensar tranquilo,
su pena, un olvido
y su alma, una pasión.
hoy asume lo que venga
sea para bien, o todo mal,
y aunque pierda lo que tenga,
se va a morder para aguantar.
su paciencia va a montar
todo un circo para verlo desfilar,
al dolor que supo ser,
y al que ahora ya no quiere ver volver.
se refugia en un farol
y entre dos flores,
que siempre apuntan al sol.
así cruza su pared,
me sonríe
y rompe con su propia red.