Antes de prender la luz debrias saber que la realidad suele ser negra, mucho mas negra que la oscuridad. Cuando comenzamos a vivir y abrimos los ojos, el mundo nos lleva por delante con lo enorme que es...pero cuando comenzamos a caminar, empezamos a cambiar y los ojos se vuelven armas de deseo y destruccion. Todo pasa por los ojos primero. Nos llenamos de poder, nos creemos mas fuertes y pasamos a ser enormes cuando antes solo eramos hormigas. Los dientes empiezan a salir y se golpean entre si, hay sed, sed de conocer, de llegar a mas...de masticar aquello que no es de nadie pero es de todos. Los dedos comienzan a moverse, agarrando al mundo, nos creemos sostenedores del mismo. Y la cabeza suele llenarse de informacion y cada vez queremos mas, mas y mas. Conocer lo que somos, lo que nos rodeo, cambiar la naturaleza de las cosas, cambiar al otro, cambiar nosotros. Esperamos ser mejores, poder construir un mundo mejor, pero la realidad es que cada paso que damos, cada cosa que tocamos y transformamos, cada deseo que tenemos, se vuelve un bomba de tiempo a punto de estallar.